“Mi hijo cada vez que venía de estar con su papá se orinaba, gritaba y entraba en ataques de pánico. En otras oportunidades se golpeaba la cabeza con la pared”, dijo la mujer. Estos fueron los primeros indicios que motivaron que Romina recurriera a la ayuda de un profesional psicológico.Las visitas siguieron y el niño cada vez que llegaba venía orinado o defecado. La certeza del abuso la tuvo cuando la maestra del jardincito le comentó que cuando el padre lo retiraba, el niño se orinaba encima. Esto hizo que la mujer buscara la ayuda de una reconocida profesional de la provincia, quien según detalla Romina, a los días determinó que el bebé había sido abusado por su padre.El informe que brindó la profesional sirvió para que esta mamá pudiera denunciarlo en la Comisaría 1ª y en la Seccional de Albardón. Por ello tomó intervención en el caso, el Tercer Juzgado de Instrucción, quien a través de la Asesoría de Menores logró librar el pedido de detención. “Estuvo tres años prófugo vivienda en Rawson cuando él lo decidió se entregó”, contó la mujer.El menor después de tres años fue sometido nuevamente a Cámara Gesell, en donde según el relato de la madre le prohibieron la entrada a su psicólogo, pero el presunto abusador pudo ingresar con su psiquiatra. En el sistema contra la revictimización, el niño tuvo que revivir nuevamente los violentos episodios sexuales a los que fue sometido.El testimonio del niño fue determinante y Grizas fue directo al Servicio Penitenciario de Chimbas ya que le dictaron el autoprocesamiento. Estuvo detenido 30 días en la Central de Policía y desde septiembre hasta hace cinco días permaneció en el Penal.La defensa del acusado después de apelar la medida por tercera vez logró que la Cámara I en lo Penal le revoque el fallo y determine “falta de mérito”.Los abogados del menor presentarán un recurso de casación para obtener la revocación de la sorprendente medida.Mientras tanto el niño y su madre siguen con tratamiento psicológicos y en espera de justicia.