El investigador jefe del Observatorio de la Deuda Social Argentina, doctor Agustín Salvia, detalló que la evolución del registro de venta de drogas en los barrios pasó del 30% en 2010 al 45% de los hogares en 2014, y que al discriminar los períodos el porcentual asciende al 34% en 2010-2011 y al 44% en 2013-2014.Asimismo, precisó que los hogares en las regiones urbanas de mayor concentración de población (Área Metropolitana de Buenos Aires y Pampeana) y también en las que conforman el norte del país (NEA y NOA) son “los que presentan niveles más altos de registro de venta de drogas ilegales en su barrio”.El doctor Salvia afirmó que en los hogares familiares extendidos, en donde hay jóvenes entre 14 y 25 años y cuyos jefes están desempleados o desocupados elevan “manifiestamente” los guarismos de adicciones severas en todas las regiones urbanas, llegando a duplicarse en el conurbano bonaerense, e indicó que la venta y tráfico de drogas es mayor en los barrios donde no se exhibe presencia policial.Asimismo, alertó que el consumo de estupefacientes y el tráfico de drogas se ha convertido en los últimos años en “un flagelo, una pandemia” en el sectores más pobres del conurbano bonaerense y ha tenido una fuerte penetración en el NEA y el NOA. “Argentina es un país de consumo, fabricación y de tránsito”, añadió el doctor Salvia.“Lo más llamativo es la expansión que se da fuera de las villas. El conurbano bonaerense es el espacio dónde más ha crecido, no solo en villas y asentamientos sino en sectores populares”, agregó Salvia.Por otra parte, se indicó que según el Observatorio Argentino de Drogas (OAD) de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) en la Argentina, entre 2004 y 2010, aumentó la prevalencia de consumo de drogas ilícitas a nivel nacional en la población de entre 16 y 65 años. Por todo esto es que se reclamó una política seria del Estado.