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Macri sigue con los chistes desafortunados durante el acto de recuperación del rompehielos Irízar

El malestar provocado por la broma fue adjudicado a la disputa por la soberanía de las Islas Malvinas, ya que el rompehielos se desempeñó, entre otras tareas, como buque hospital durante el conflicto bélico de 1982.

A pesar de que debía ser un acto tranquilo con la recuperación del rompehielos Almirante Irízar como gran protagonista, el presidente Mauricio Macri sufrió dos inconvenientes en los talleres navales de Dársena Norte, uno producto de un intento de broma y otro por reclamos de empleo de obreros del astillero. Tras realizar una recorrida por el emblemático buque, cuya reparación concluyó y se espera que pueda ser utilizado en la próxima Campaña Antártica luego del incendio que sufriera en 2007, el mandatario brindó un discurso en el predio del Complejo Industrial y Naval Argentino (CINAR).Acompañado por el ministro de Defensa, Julio Martínez, el líder del PRO subrayó el valor de los marinos argentinos que "en alta mar y durante más de siete horas estuvieron entre las olas y el frío esperando ser rescatados" luego del desperfecto que originó el incendio en la nave."Y alguien que estaba ahí como jefe de Operaciones, volverá a la Antártida, al lugar donde pertenece este rompehielos, como Comandante, el comandante (Maximiliano) Mangiaterra, quien es como yo, hijo de ingleses", bromeó Macri. El chiste no cayó bien en los presentes, por lo que se oyó una leve silbatina que lo obligó a aclarar: "Es un chiste. Es hijo de italianos, como yo".

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El malestar provocado por el chiste fue adjudicado a la disputa entre la Argentina y el Reino Unido por la soberanía de las Islas Malvinas, ya que el rompehielos se desempeñó, entre otras tareas, como buque hospital durante el conflicto bélico de 1982. Sin embargo, no fue sólo ese intento de broma el que le complicó la visita al Almirante Irízar, ya que pocos segundos después un obrero le reprochó la falta de trabajo."La verdad es que, justamente, este momento de entusiasmo, de esperanza, es contagioso. Esta mañana aterricé de los Estados Unidos y me la pasé hablando de lo que ustedes son capaces de hacer, les comenté...", decía el mandatario sobre su visita oficial al país norteamericano, cuando el grito del trabajador lo interrumpió: "¡No hay trabajo, Macri!". Luego de una brevísima pausa, el jefe de Estado reforzó el tono de su voz y continuó: "Les comenté lo que ustedes son capaces de hacer trabajando juntos...". Una vez concluido el acto oficial, el Presidente descendió de la tarima en la que estaba ubicado el micrófono y, dirigiéndose hacia el auto que lo iba a trasladar, miró al obrero y le manifestó que le iba a dar trabajo.

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