La jueza federal Sandra Arroyo Salgado, a cargo de la causa por el accidente de la aeronave que se estrelló en una zona del delta del Paraná, supervisa las tareas de recuperación de los restos humanos y el de los peritos técnicos que trabajaban sobre las partes de la avioneta.
La Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC) informó en su cuenta de Twitter: "Desde las 7 comenzó nueva jornada de trabajo de campo junto al equipo forense y Juzgado 2 de San Isidro".
Tras las tareas realizadas en el lugar, la magistrada confirmó el lunes por la noche el hallazgo de restos humanos pertenecientes a los tres tripulantes.
La titular de la JIAAC, Pamela Suárez, sostuvo: "El tiempo que demande la investigación va a depender de muchas variantes y del estado en que se recuperen los restos de la aeronave".
"Pueden ser seis meses o menos o más. No lo podemos saber en este momento porque todavía estamos realizando el trabajo de campo y hasta tanto no terminemos, no podremos contar con los elementos necesarios para la investigación", indicó.
En su último informe, la JIAAC describió que el sitio donde se estrelló la aeronave y donde trabajaban los peritos "es de muy difícil acceso, es un escenario sumamente agreste que complica extremadamente el trabajo de todo el personal, requiriendo la utilización de ropa y equipos especiales de protección, bombas para la extracción de agua y barro, y elementos de seguridad".
Además, confirmó la utilización de un helicóptero para el retiro de los restos de mayor peso y que previamente se hará necesario el talado de árboles en un perímetro de alrededor de 20 metros a modo de garantizar la seguridad de la operación.
Por otro lado, la familia de Matías Ronzano, el piloto de la avioneta, criticó el comportamiento de las autoridades a cargo del operativo, cuestionó las teorías sobre por qué se estrelló la aeronave y aseguró que iniciará acciones legales.
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Ángela Barbero, la mujer de Ronzano, mencionó: "Todos los familiares estaban desde el día 1 en el bar y de repente (tras el hallazgo del avión) les ofrecieron a cada familia un hangar".
"Estaba la policía controlando quién entraba y quién no. Nunca lo habían hecho. De repente era otro mundo: un aeropuerto controlado", dijo.
Asimismo, el cuñado del piloto, Fernando Barbero, expresó: "Todo el mundo está diciendo que el avión se cayó porque Matías no sabía manejarlo. Y no es así".
"Vamos a llegar a las últimas consecuencias para limpiar el nombre de mi cuñado", afirmó.
La aeronave se estrelló con tres tripulantes a bordo a poco de despegar del aeropuerto de San Fernando el 24 de julio y tras 26 días de búsqueda, finalmente apareció este sábado en la confluencia de los ríos Paraná Guazú y Barca Grande, en zona del delta bonaerense.
Tripulantes
Viajaban Matías Aristi, hijo del dueño de la empresa agropecuaria Aibal SA y de una bodega de Mendoza, y los pilotos Matías Ronzano y Facundo Vega.