“El efecto de El Niño ya se está haciendo sentir”, dijo Lafalla.La humedad facilita la aparición de peronóspora, oídio y botrytis, que son una amenaza para la vid y tienen una elevada capacidad destructora. Esta situación provoca un problema adicional, sobre todo, para los pequeños productores. Se incrementan considerablemente los costos de producción de la cosecha, ya que se debe realizar deshoje, raleos y, muchas veces, se realizan tratamientos que son lavados por la lluvia al poco tiempo de ser aplicados.La ingeniera agrónoma Nadya Calderón explicó a Diario UNO que una de las complicaciones que provoca el exceso de humedad es que obliga a los productores a hacer los tratamientos fitosanitarios de manera más regulares.“Ante esta situación hay productores que pueden hacer los tratamientos y otros que no”, aseguró Calderón.Para Juan Carlos Pina, director ejecutivo de Bodegas de Argentina, sería una exageración a esta altura del año decir que el exceso de agua afectará la calidad de los vinos. “Es verdad que este año ha llovido más de lo habitual, pero tenemos la ventaja de contar con excelentes páginas meteorológicas que le permiten a los ingenieros agrónomos conocer con anticipación cuándo lloverá y eso les facilita las tareas al momento de planificar las curaciones”, destacó y ejemplificó: “Lo importante es planificar: no vas a curar la vid un día martes si sabés que el miércoles va a llover”.Pina asegura que la calidad de los vinos no se verá afectada porque en el sector se están tomando las precauciones necesarias. “Hasta ahora no hay nada que nos indique que se va a ver comprometida la calidad de los vinos”, resaltó.El ejecutivo apeló a la memoria para quitarle dramatismo a la situación: “Nunca llovió tanto como en 1998 y de eso ya aprendimos. Con la experiencia y la tecnología que hay ahora, nos tiene que ir bien”. El Niño se hace sentir en Cuyo El Niño es un fenómeno natural resultado de la interacción entre el Océano y la atmósfera en las zonas oriental y central del Pacífico ecuatorial.Habitualmente, los episodios de El Niño se intensifican a finales del año y alcanzan su fase máxima entre octubre y enero del año siguiente, aunque es frecuente que persistan hasta bien entrado el primer trimestre antes de empezar a debilitarse.Una de sus consecuencias es el debilitamiento del Anticiclón del Pacífico, lo cual provoca abundantes precipitaciones. En la zona central de Ecuador y Perú, El Niño ya provocó un nivel de precipitaciones más de diez veces superior a la normal.En parte de la región de Cuyo este fenómeno está provocando precipitaciones superiores a lo habitual, aunque muy irregulares en su distribución, tanto en el espacio como en el tiempo. Por Adrián Giunta / Diario Uno