A esto se suma que las terminales regasificadoras ubicadas en los puertos bonaerenses de Bahía Blanca y de Escobar, están al tope de su capacidad.A partir de la necesidad energética que proyectó la cartera que conduce Juan José Aranguren para los próximos meses y ante el límite evidenciado por los proveedores habituales, “el país no tenía otra opción que salir a buscar gas a terceros proveedores”, subrayaron las fuentes.La primera opción analizada por el Gobierno contemplaba la programación realizada por Cammesa para la importación, para el trimestre de mayor consumo, de unos 900 mil metros cúbicos de gasoil, por un monto total de 319 millones de dólares.La evaluación de la cartera energética determinó que el costo de esa importación programada por Cammesa, trasladado al equivalente en gas, y era equivalente a un valor de 10,4 dólares por millón de BTU.En las negociaciones con las regasificadoras que operan a través de los puertos del centro y norte de Chile, el Ministerio de Energía “buscó abaratar los costos y reemplazar parte del gasoil por el gas que ingresa a la región por el Pacífico” y en ese marco se pactaron contratos a un precio de 7,2 dólares por MBTU y 6,9 dólares por MBTU, lo que refleja un ahorro de poco más de 3 dólares respecto a los 10,4 dólares por MBTU que significa la importación de gasoil, detallaron las fuertes.De esta manera, el Gobierno decidió reemplazar con gas proveniente de Chile la compra de 400 mil metros cúbicos de gasoil –de los 900 mil que proyectaba importar Cammesa- con un ahorro equivalente a 46,3 millones de dólares.Los detalles en torno a la operación se conocen luego que el portal La Política On Line publicara hoy una nota en la que se sostiene que “la administración macrista cerró una compra de gas a Chile con un precio que resulta un 53% más caro que el GNL que llega por barcos y un 128% más elevado que lo abonado por las importaciones provenientes de Bolivia”, a través de “contratación directa” que incluye que la potenciales controversias que pueden aparecer deben ser dirimidas en los tribunales de Nueva York.Télam