Infantino, secretario general de la Uefa, y el jeque Salman, jefe de la Confederación Asiática, son los grandes favoritos a la victoria. El primero cuenta con el apoyo de los europeos, que suman 53 votos, pero el segundo tiene detrás el respaldo explícito de Asia y África, que juntos llegan casi a los cien.Los miembros de la Concacaf están aparentemente divididos respecto al sentido de su voto y no ha habido una consigna oficial desde la dirección del ente regional, que está sin presidente desde la detención de los dos últimos, Jeffrey Webb y Alfredo Hawit, por el escándalo de corrupción conocido como “FIFAGate”.Los siete países centroamericanos, nucleados en la Unión Centroamericana de Fútbol, son los únicos que anunciaron hace semanas su intención de votar por Infantino, pero las promesas pueden romperse en las últimas horas antes del congreso extraordinario de Fifa.La Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol) también está meditando un cambio de bando en el último momento. Según publicaron hoy varios medios brasileños, la Confederación Brasileña de Fútbol pretende convencer a las otras nueve federaciones sudamericanas de votar por el jeque Salman, pese a que el ente regional había comprometido ya su voto con Infantino.El argumento de los brasileños sería que en este momento de transformaciones en la FIFA, la Conmebol debe estar del lado del ganador.Uno de los principales aliados de Al Jalifa, el jeque kuwaití Ahmad al Sabah, influyente miembro del comité ejecutivo de la Fifa y del Comité Olímpico Internacional, recordó además al diario “O Estado de Sao Paulo” que él votó por Río de Janeiro para ser sede de los Juegos Olímpicos de 2016.