"Gracias a todos los que se acercaron y por bancarme durante toda la etapa que estuve lesionado. Este estadio, esta gente, esta atmósfera me pone muy contento cada día", reconoció el campeón de US Open 2009.
"Es un gran luchador, nunca se entrega, es un placer jugar contra él, aunque lamentablemente siempre te hace correr mucho y te genera un desgaste alto. En lo personal, jugué mejor que en los otros partidos, mi derecha funcionó y por suerte gané en tres sets. A David (Ferrer) hay que tirarle dos o tres 'winners' para ganar el punto y cuando jugué con 'slice' me hizo correr mucho, por lo que obligadamente tuve que pegar más fuerte de revés", analizó.
Además, el bonaerense vaticinó que no hay rival "accesible", más allá del antecedente con Thiem, al que derrotó en el Masters de Madrid, en mayo pasado, y avisó: "Depende mucho de cómo esté yo. El está teniendo una gran temporada, ya es top ten y de los que va a ganar torneos grandes. No tengo nada que perder. Espero estar a la altura. En este torneo todos mis rivales tenían mejor ranking que yo, eran favoritos y eso me genera menos presión", apuntó.