Mientras la cantante Liza Akhmatova actuaba sobre el escenario, en el comienzo del espectáculo, Khusainov se sumó con su baile, pero tras tambalear se desplomó de espaldas, ante la sorpresa de su compañera, que siguió cantando unos segundos sin entender lo que sucedía.
Cuando la mujer se acercó a él, notó que algo estaba mal y recién ahí dejó de cantar. El público pensó que se trataba de parte del show, y más aún cuando la cantante pidió un aplauso para él. Pero no, R. Khusainov había muerto de un paro cardíaco.
El bailarín ya había tenido algunos problemas coronarios, pese a lo que nunca quiso abandonar su profesión. Hasta el día de su muerte.
San Juan 8 > A un click