Los científicos han luchado durante décadas para crear una enzima como esa en el laboratorio, pero sólo recientemente han encontrado una potencial candidata en la naturaleza; una bacteria (NicA2) conocida como Pseudomonas putida. Esta bacteria fue originalmente aislada del suelo en un campo de tabaco y su característica principal es que consume la nicotina y lo toma como su única fuente de carbono y nitrógeno.
En el nuevo estudio se caracterizó a la enzima bacteriana que es responsable de la degradación de la nicotina y se puso a prueba su utilidad potencial como agente terapéutico. Los investigadores inyectaron, primero, un suero combinado (un componente de la sangre) a ratones, una dosis de nicotina equivalente a un cigarrillo. Cuando se añadió la enzima, la vida media de la nicotina se redujo de dos o tres horas a sólo 9 o 15 minutos. Las dosis, dijeron los investigadores, más altas de la enzima con unas pocas modificaciones químicas, podría reducir aún más la vida media de la nicotina y evitar que lleguen al cerebro.
Luego los investigadores sometieron a la enzima a una gran cantidad de pruebas para determinar su viabilidad como un candidato a fármaco. Las métricas obtenidas fueron de gran importancia para tomar la decisión final.
Los resultados fueron alentadores, se mantuvo estable en el laboratorio durante más de tres semanas a 98 grados Fahrenheit. Esto es bastante notable, dijeron los estudiosos. Sin embargo, en esta serie de pruebas, también se detectaron metabolitos tóxicos producidos cuando la enzima degrada la nicotina.
Los científicos señalaron que el siguiente paso será alterar el aspecto de la enzima, puesto que con ello, se espera mitigar las posibles respuestas inmunes y maximizar su potencial terapéutico.
Fuente: ciencias