Ella considera que el hecho de no ser ya "bella ni joven" implica el final de todo lo que para tiene sentido.En un dictamen poco habitual, un juez del Tribunal de Protección británico, el magistrado McDonald, considera que la paciente cuenta con capacidad para tomar su propia decisión y tiene derecho a rechazar el tratamiento."El derecho a negarse a recibir tratamiento se extiende a declinar una medicación que salvaría la vida del paciente si se le administrara", argumenta el magistrado.Esa posición, explicó el juez, "refleja el valor que la sociedad asigna a la autonomía personal en asuntos de tratamientos médicos y en el derecho del paciente".La mujer "tuvo cuatro matrimonios, numerosas aventuras y gastó el dinero de sus maridos y amantes descuidadamente, antes de pasar a otra cosa cuando las situaciones se ponían difíciles o se terminaba el dinero", señaló el juez.Además, la mujer es descrita como una "madre indiferente" de sus tres hijas, que dio una importancia significativa "a la juventud y belleza y a vivir una vida que, en palabras de ella tenga chispa". Fuente: Díaadía