Mónica Méndez Díaz, investigadora asociada del Laboratorio de Cannabinoides de la Facultad de Medicina de la UNAM, explicó que tener sexo con regularidad propicia que el sistema nervioso central obtenga las recompensas placenteras, pero sin los daños que causa el cannabis.El estudio analiza la forma en que el sistema nervioso puede recibir la compensación bioquímica que aporta la marihuana y comprobaron que teniendo sexo se activa el CB1, experimentando todo ese placer que proporciona fumar cannabis. "Nosotros tenemos en nuestro organismo endocannabinoides que se sintetizan de manera natural... Se liberan todo el día activando las neuronas y esto sucede cuando comemos, hacemos ejercicio y tenemos sexo", explicó Méndez Díaz.