Para el trabajo, los investigadores estudiaron los hábitos de sueño de 48 participantes, de entre 21 y 38 años, que se dividieron en cuatro grupos de sueño. Además monitorearon el comportamiento físico y también psicológico. Un grupo durmió las recomendadas ocho horas durante dos semanas; el segundo descansó seis horas también durante dos semanas; al tercero le asignaron tan solo cuatro horas de sueño; y al último se les privó de dormir durante dos días seguidos.Los participantes que rindieron con más normalidad fueron los del grupo que había descansado las ocho horas reglamentarias. Los del grupo que había dormido seis horas bajaron su rendimiento pero no mucho hasta el décimo día de trabajo, cuando la cosa cambió y el resultado evidenció que los que habían descansado seis horas rendían igual de mal que los que no pegaron ojo durante dos días y su "comportamiento cognitivo fue igual de pobre", apunta el estudio.Para los investigadores quedó demostrado que prácticamente no había diferencias entre el segundo y el cuarto grupo y concluyeron que dormir seis horas o menos tiene secuelas muy similares a las de aquellas que no habían dormido durante dos días seguidos. Fuente: MinutoUno