Las expectativas depositadas en la celebración de la boda tienen mucho que ver en el declive anímico posterior, según apuntan las conclusiones del estudio. Igual que en ocasiones ocurre con los viajes o con eventos puntuales como un cumpleaños, aniversarios o fiestas de fin de año. De la ilusión latente en la previa a una sensación posterior totalmente contraria.
El efecto Wedding Blues -según el informe- varía en función del tipo de novia: las que ven la boda como un objetivo y las que visualizan el matrimonio como una nueva etapa de su vida. La perspectiva del mismo "sí, quiero" entristece a las primeras y empodera a las segundas.
Estefanía Cartier, licenciada en psicología (MN 58.980), explicó que "es imposible generalizar las sensaciones por las que deben atravesar las mujeres en la etapa posterior al casamiento. Cada una lo transita a su manera". También afirmó que "es cierto que muchas recién casadas sienten un vacío difícil de describir, producto del énfasis y la dedicación presentes en la preparación de la fiesta y que posteriormente desaparece. Ese motor se fundió y hay que reconstruirlo".
El grupo de mujeres entrevistadas por Gleeden admitieron haber sentido un vacío después de los meses de preparativos para la boda. En números, el 67% tuvo esa sensación angustiante. El 24% explicó que su marido no mostró atención después de celebrar la unión legal.
Tal como explicó la responsable de comunicación del sitio, Solène Paillet, "las mujeres se dan cuenta que el hecho de casarse no cambia nada en su relación: su pareja sigue siendo el mismo y sus incertidumbres de antes de la boda siguen ahí". De eso a la infidelidad, hay un paso.
Cinco formas de prevenir la angustia
Entre los motivos que pueden llevar a pensar en terceras personas encontramos "la búsqueda de novedad, la necesidad de sentirse deseada. No solamente los hombres se aburren cuando la rutina se instala", explicó la sexóloga estadounidense Juliette Buffat, quien enumeró cinco formas para evitar angustiarse y caer en la depresión.
"Las mujeres pueden tener también ganas de escapar de la monotonía y la monogamia conyugal".
-Marcar un "día sin boda" a la semana: planear detalles constantemente es comprensible. Pero convertirse en un ser monotemático puede ser nocivo para la mujer y la relación. Debe haber vida más allá de la relación.
-Hacer planes más allá de la boda: pensar e inspirarse en objetivos post ceremonia. Viajes, escapadas y situaciones que alimenten la relación.
-Hablar con amigos o familiares casadas: si alguien comparte esa misma experiencia y de forma poco satisfactoria, quizá saber a qué atenerse o cómo actuar será más fácil.
-Encontrar un nuevo hobbie: invertir tiempo en alguna actividad individual, que sea saludable para el cuerpo y la mente. Descargar energía en otro ámbito, lejos de volcar ciertas frustaciones en la pareja.
-Comunicarse con la pareja: compartir con el marido las preocupaciones y no dejar que un granito de arena se convierta en una montaña. Al fin y al cabo, llegar al casamiento no es fácil y sí es importante armar un "buen equipo".
Fuente: infobae