El desfile de Unidos da Tijuca comenzó con normalidad, pero cuando su segunda carroza, inspirada en Nueva Orleans, iniciaba el avance por la pista del Sambódromo, la pasarela, instalada varios metros por encima del tercer piso, se desplomó. El accidente provocó momentos de tensión entre los responsables de la organización y los directivos de la escuela, que derivaron en empujones a los periodistas para evitar que se acercaran a la carroza. Tras la confusión inicial, la dirección de la escuela decidió continuar con el desfile y ordenó a sus diferentes alasque avanzaran por la pista de Sapucaí, pese a que la policía y los efectivos sanitarios continuaban atendiendo a los heridos en la carroza. La escuela obedeció órdenes y sus 3.600 miembros continuaron con el espectáculo, aunque muchos lo hicieron llorando. En la noche del domingo, durante la primera jornada de desfiles en el Sambódromo, una carroza perdió el control durante una maniobra y provocó 20 heridos, de los cuales ocho precisaron atención hospitalaria y una continúa en estado crítico.