Eco murió ayer viernes a los 84 años de edad, a las 9:30 p.m., en su domicilio. El escritor luchaba desde hace tiempo contra un cáncer que finalmente acabó con su vida.Eco nació el 5 de enero de 1932 en Alessandria, una ciudad del norte de Italia, y fue educado por sacerdotes salesianos. A los 22 años se doctoró en filosofía y letras en la Universidad de Turín, Italia, y se dedicó a la docencia, con esa habilidad suya para aterrizar al lenguaje común los conceptos. En los años 60 se hizo experto en semiótica y comunicación visual, y desde 1971 dictó la cátedra de Semiótica en la legendaria Universidad de Bolonia, entre los muchos aportes que hizo a este campo del saber. Cercano a los 50 años publicó su primera novela, ‘El nombre de la rosa’, llevada al cine, protagonizada por Sir Sean Connery y dirigida por el francés Jean-Jacques Annaud. Luego sorprendió de nuevo con la novela ‘El péndulo de Foucault’, en 1988, una mezcla de esoterismo, cultismo y, por supuesto, semiótica. Y tras años de otros tantos éxitos novelísticos publicó la más reciente ‘El cementerio de Praga’, en el 2010. [En fotos: las obras más representativas de Umberto Eco]Los trabajos literarios de Umberto Eco empezaron a conocerse en 1980, sin embargo, en algunas conferencias reconoció que siendo muy joven editó de manera artesanal una revista de cómic. Desde 1956 empezó a publicar sus ensayos, más de 50 han sido considerados como importantes al abordar asuntos relacionados con semiótica, lingüística, estética y moralidad. Elpais.com.coEn las facultades de comunicación social, literatura, filosofía y estudios culturales era leído con fruición. Y sus ensayos, género que le hizo destacarse ampliamente en contextos académicos, son objeto de debate constante. Recibió un centenar de reconocimientos. Entre ellos, tuvo el privilegio de ser miembro del Foro de Sabios de la Mesa del Consejo Ejecutivo de la Unesco. Fue caballero de la Legión de Honor francesa, y fue nombrado doctor Honoris Causa en 38 universidades de todo el mundo. En el año 2000 recibió el premio Príncipe de Asturias de la Comunicación y las Humanidades.Adiós a un intelectual de grandes kilates, de quien nos quedan textos a los que -ahora- habremos de volver con renovado interés. Fuente: elpais