Buscar el punto luminoso es esencial para que la fotografía salga enfocada. Si vas a centrarte en un punto en específico necesitas de la luz para que lo indique.
Debes estar pendiente de la velocidad de obturación y la apertura, aunque ya se sabe que debemos prestarle atención, hay que entender que se corre peligro de obtener imágenes desenfocadas mientras más baja sea la velocidad de obturación y más abierto esté el diafragma. Hay que ser cautelosos con estos valores para no hacer un desastre de la foto.
Ajustar bien las dioptrías aunque sea el aparato más insignificante, pero por esto mismo a veces es que se nos olvida. Si el visor de la cámara está mal, puedes asegurarte que obtendrás malas imágenes.