1. Combatí el miedo
¿Te pasó alguna vez de estar besando a tu chico en una playa a medianoche y sentir que eras eterna y que nada podía pasarte? La oxitocina nos ayuda a sentirnos más seguros y a erradicar el miedo frente a determinadas situaciones que normalmente nos pondrían los pelos de punta. Sucede que la hormona inhibe los sectores del cerebro relacionados con el temor y, de esta forma, da lugar a que aflore la confianza y la sensación de estar a salvo en los brazos del ser amado. Por eso mismo, es utilizada con éxito para el tratamiento de diversos trastornos emocionales.
2. Corazón contento, panza feliz
Cuando estás enamorado te sentís bien con vos mismo y dejás de obsesionarte por el peso y la imagen de tu cuerpo. Un estudio científico comprobó que la oxitocina influye positivamente en el tratamiento de personas con anorexia, así como también ayuda a combatir los trastornos alimentarios relacionados con la ansiedad.
3. Mentime que me gusta
“No, mi amor, tu cara de dormido es hermosa”. “Tus dientes chuecos te dan un encanto particular” y “La nariz grande me fascina porque es lo que te marca la personalidad”. ¿Alguna vez dijiste algo parecido para hacer feliz a tu amado? Resulta que la oxitocina en sangre nos induce a decir mentiras. Pero, como diría mi abuela: Mientras sean piadosas, no hay mal que por bien no venga.
4. Crear puentes
La oxitocina se produce en grandes cantidades durante los encuentros sexuales, los besos y también durante la lactancia materna. El cuerpo es sabio y la libera con el objetivo de favorecer y afianzar los vínculos afectivos. Un grupo de investigadores comprobó el efecto de la oxitocina al invocar recuerdos maternales en un grupo de varones. Aquellos que recordaban con amor y cariño a su madre, produjeron oxitocina y así aumentaron la sensación de bienestar y de apego hacia la figura materna. La hormona es la encargada de unir a las personas y hacerlas sentir que son imprescindibles el uno para el otro.
5. Adiós al insomnio y los problemas del sueño
Después de un encuentro sexual apasionado es probable que te sientas relajado y somnoliento. Eso también se debe a la oxitocina: cuando se llega al orgasmo, se liberan grandes cantidades de esta hormona y eso produce la sensación de calma y las ganas de dormir haciendo cucharita. Así que si andás con dificultades para conciliar el sueño, ya sabés: Pecile a tu pareja que te ayude a multiplicar la oxitocina.
Fuente: rumbosdigital