Al final del encuentro, el Papa invitó a los presentes a firmar la “Declaración de Intendentes”, la cual junto a la “Declaración Religiosa” que Francisco firmó junto a los líderes de las religiones más representativas del mundo, llevará a la ONU para su tratamiento.Al finalizar el encuentro Valeria comentó: “…estoy exhausta, pero feliz. Fue un día largo que me exigió una concentración absoluta para sostener mi atención a lo largo de las casi 10 horas de reunión para que todo fluyera de acuerdo a los requerimientos de la organización, pero por sobre todo, por respeto a todos los expositores que tenía que presentar y moderar…” y continuó: “…ha sido una vivencia increíble para mí que no olvidaré jamás… La experiencia de encontrarme aquí y compartir ésta Cumbre con personalidades de todos los países del mundo ha sido muy enriquecedora… Siento que en un solo día aprendí y crecí mil años“.Por su parte, el Canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias de El Vaticano, Monseñor Marcelo Sanchez Sorondo subrayó: “Valeria ha estado magnifica e impecable como Maestra de Ceremonias… Su presencia, su gracia y savoir faire, sumado al oficio y la disciplina que tuvo para poder mantener ordenada una reunión con 70 disertantes, son para remarcar. Y los líderes invitados se han sentido muy a gusto con ella como Master of Ceremonies”.Finalmente y ante la pregunta acerca de su sensación de compartir un encuentro oficial junto al Papa, Valeria comentó: “Francisco estuvo muy cariñoso conmigo, lo que me permitió aflojar un poco (¡solo un poco!) la tensión y el estress que tenía encima. Para mí fue un tremendo desafío personal y un gran honor que haya pensado y confiado en mí para ser parte de este Encuentro mundial. Su preocupación por estos temas es el motor que impulsará al mundo para encontrar soluciones a estos problemas. Todos, desde nuestros lugares, podemos hacer algo al respecto. Francisco me preguntó por mis hijos y por Alejandro a quien después encontró y saludó en la sala. Yo al final le pedí que me firme un ejemplar de su Encíclica Laudato Sí que llevo para casa para compartir con mis hijos. Y para seguir rezando por él”.Perfil