Mediante el uso de pruebas de ultrasonido, el equipo midió el flujo sanguíneo tanto en la descendencia masculina como femenina de los ratones a los 3 meses de edad, un periodo equivalente a la edad adulta en los seres humanos.Los roedores fueron sometidos a un análisis de flujo de sangre que dio como resultado un aumento de la resistencia arterial dentro de los riñones (signo de una posible hipertensión renal temprana) en la descendencia masculina que fue expuesta al alcohol antes de nacer.La evaluación de los resultados dictaminó que los ratones expuestos al consumo de alcohol durante su etapa de gestación, sufrieron un nivel de deterioro mayor que los que no lo habían estado.Las mediciones de la zona de derrame cerebral dañada del cerebro se correlacionaron con las puntuaciones en pruebas neurológicas en las hembras, pero no en los machos, con la exposición fetal al alcohol."El hallazgo indica que en los ratones expuestos al alcohol antes del nacimiento, el sexo parece jugar algún papel en si el volumen de tejido dañado en el cerebro se correlaciona con el deterioro funcional y neurológica", apunta el investigador principal Shameena Bake.Esta investigación vendría a comprobar que el alcohol consumido en las madres gestantes afecta directamente en la salud futura del individuo. Una responsabilidad la de ser madre, que recae en más de lo que meramente se refiere a los primeros cuidados del recién nacido.