La advertencia se produce en momentos en que el estreno de un nuevo episodio de la franquicia de películas Star Wars hizo renacer el interés por las réplicas industriales o caseras de las espadas láser, lo que en Estados Unidos ya motivó que el organismo que regula los medicamentos, los alimentos y productos que emiten radiaciones, la Food and Drug Administration (FDA), emitiera un comunicado recordando las normas de seguridad que deben seguir los fabricantes.
Pero además de los sables de luz, hay otro elemento que puede ser usado por los chicos como juguete sin serlo: los punteros láser que en Argentina pueden ser adquiridos sin restricciones en un rango de potencias que van desde uno a 1000 mili watts (mw), cuando en Reino Unido y Australia está restringida la comercialización a partir de 1 mw.
Además de para sí mismos, la manipulación de láseres de cierta potencia puede representar un riesgo para terceros, como ocurre cuando se apuntan a los ojos de pilotos de avión o choferes que, además de sufrir lesiones oculares, pueden perder el control de sus unidades.
Los futbolistas a quienes se quiere perjudicar en el juego son también un blanco habitual de este tipo de agresiones.
“En nuestro país no está regulada la emisión, no hay un ente que establezca si generan daño o no, y a partir de qué intensidades y frecuencias”, alertó el presidente de la Sociedad Argentina de Oftalmología, Alejandro Coussio.
El especialista aseguró que “el Anmat o el Ministerio de Salud” tendría que intervenir en la materia. El médico oftalmólogo Andrés Bastien, a quien le tocó atender en consultorio personas lesionadas con juguetes láser, también reclamó la regulación.
“Actualmente existen láseres comercializados como juguetes que potencialmente generarían graves daños”, dijo.
En ese sentido, consideró que la serie de normas emitido en 2014 por la FDA al respecto, constituye un ejemplo “a imitar”.
Presente en gran cantidad de productos industriales, láser es la sigla de “Light Amplification by Stimulated Emission of Radiation” y refiere a un dispositivo óptico que genera un haz luminoso de una sola frecuencia, monocromático, coherente y muy intenso.
En materia de productos para niños, el láser suele aparecer montado en armas de juguete para apuntar al objetivo, en sables de luz, o en dispositivos para crear efectos ópticos en un espacio abierto, entre otros.
“Cuando estos artefactos no se operan de manera segura, la luz altamente concentrada que emite el láser, puede causar lesiones graves en los ojos y no sólo a la persona lo utiliza, sino a cualquiera que esté a su alcance”, publicó en su página web la FDA.
El organismo advirtió además que en los últimos años los láseres aumentaron en potencia y bajaron en precio.
“El impacto de un láser en el globo ocular puede producir lesiones en la córnea, el cristalino o la retina cuya gravedad dependerá de la frecuencia del haz de luz, del tipo de impacto, del tiempo de exposición y de la distancia”, dijo Coussio.
El oftalmólogo explicó que “las más severas son las que se producen en la zona central de la retina y son peligrosas porque pueden dejar lesiones de tipo permanente, incluso ceguera parcial”.