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A menos kilos, más sexo

Según datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, la pérdida de peso contribuye a mejorar nuestra actividad en la cama. Además, una investigación de la Universidad estadounidense de Duke demostró que la obesidad genera disfunción sexual.

Los beneficios de no padecer obesidad o sobrepeso son numerosos y fueron explicados en más de una ocasión: ayudan a mejorar nuestra circulación, nos evita sufrir problemas cardíacos, etcétera. Pero un nuevo estudio demuestra una ventaja al llegar con menos kilos a la balanza: la pérdida de peso contribuye a mejorar nuestra vida sexual.

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Según los últimos datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, la obesidad y el sobrepeso afectan a más de la mitad de los argentinos. A esto se le suma un estudio realizado por la Diet and Fitness Center del centro médico de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, que dice que un exceso de peso puede traer problemas disfunción sexual. Este trabajo de investigación se realizó con una base de 1200 personas y los resultados demostraron que las personas que sufren de obesidad o sobrepeso son 25 veces más propensas a tener problemas sexuales que las de un peso normal.

Estos resultados tienen una explicación científica. El exceso de grasa en el cuerpo provoca un descenso de las hormonas sexuales, tanto en los hombres como en las mujeres, lo que reduce de manera significativa nuestro deseo sexual hacia otras personas. Por ello, cuando se empieza a perder peso, la DHEA (la hormona que interviene en la producción de hormonas sexuales) vuelve a equilibrar su producción, generando así más autoestima en el paciente y un mayor sentimiento de deseo sexual.

Felipe Isidro, responsable del Departamento de Actividad Física del centro de pérdida de peso PronoKal, señala: “Una mayor actividad física y un peso saludable son sinónimo de más y mejores encuentros sexuales. Con el ejercicio físico liberamos más endorfinas, facilita lograr el placer sexual y nos protege de las enfermedades circulatorias reduciendo el riesgo de impotencia en los hombres. La obesidad y su efecto directo en la vida sexual se han convertido en un problema común que debe abordarse de forma multidisciplinaria para aumentar la calidad de vida de quienes lo padecen”.

A su vez, el exceso de peso no solamente empeora nuestro rendimiento sexual, sino también empeora nuestro aspecto psicológico, lo que desencadena otro factor influyente en la vida diaria y en la sexualidad de las personas. Pilar Morales, especialista en coaching de personas que buscan perder peso, afirma: “Tener una autoestima adecuada ayuda en gran medida a que la sexualidad sea sana y saludable. Con la pérdida de peso, el paciente está más motivado, gana confianza y seguridad en sí mismo y esto contribuye a la mejora de sus relaciones tanto a nivel sexual, como a nivel de pareja, ya que fomenta el amor y el compromiso entre dos personas”.

Fuente: Crónica