Israel teme que la muerte de un preso en huelga de hambre pueda provocar disturbios. En el pasado, Tel Aviv ha cedido a las exigencias de presos en huelga de hambre y en ocasiones los ha liberado."La ley crea el equilibrio adecuado entre los intereses del estado de proteger la vida de los presos y los derechos y soberanía de los reos sobre su cuerpo", afirmó David Amsalem, un legislador del gobernante partido Likud que respaldó el texto. La decisión sobre la alimentación forzosa debe contar con la aprobación de un fiscal del estado tras conocer la opinión del preso y de un médico, y en último término debe ser autorizada por un juez.Los detractores de esta práctica afirman que alimentar a alguien a la fuerza es poco ético y constituye tortura. La Asociación Médica Israelí ha instado a los médicos a que no cooperen y tiene previsto impugnar la ley ante el Tribunal Supremo."Los médicos israelíes... seguirán actuando de acuerdo a las normas éticas médicas que prohíben por completo a los doctores participar en tortura, y la alimentación forzosa constituye tortura", dijo Leonid Eidelman, que dirige la asociación.Otro grupo, Médicos por los Derechos Humanos-Israel, dijo que la ley tiene motivaciones políticas y pretende evitar violencia provocada en caso de muerte de un preso en huelga de hambre, más que proteger la dignidad y el bienestar de los prisioneros.La suerte que corren los presos provoca profundas emociones entre los palestinos, donde casi todo el mundo tiene un vecino o pariente que ha pasado tiempo en una cárcel israelí. Los palestinos ven como héroes a los miles de prisioneros retenidos por Israel. De ellos, varios cientos están en una detención administrativa que puede prolongarse durante meses o años sin juicio ni cargos en su contra, señaló Adamir, un grupo palestino de defensa de los presos.La ley es "fea" y viola el derecho de los reos a realizar una huelga de hambre, señaló el presidente de la Sociedad de Prisioneros Palestinos, Qadura Fares.