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Historia de los 20 medallistas de Oro de América Latina y el Caribe en Río 2016

El camino recorrido por cada deportista latinoamericano que pudo encabezar un podio en los Juegos Olímpicos.

Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro fueron los primeros organizados en Sudamérica, por lo que cada subida al podio de un atleta de América Latina y el Caribe tuvo un sabor especial. A dos días de finalizar la competencia, no hay dudas que los éxitos latinoamericanos fueron los más celebrados por el público.

En el desglose por países, fueron 6 medallas oros para Jamaica, 5 para Brasil, 3 para Cuba, 3 para Colombia, 3 para la Argentina, una para Puerto Rico y otro para Bahamas. Pero cada deportista encierra una historia de sacrificio muy particular. Aquí, los 20 ganadores latinoamericanos de medallas de oro:

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Usain Bolt, Jamaica

"El Hombre más rápido del mundo" volvió a demostrar que no tiene rivales en las pistas y agigantó su leyenda en Brasil. Si bien de pequeño también practicaba fútbol y críquet, las carreras de atletismo lo acompañaron toda la vida: a los 12 años ya ganaba competencias de 100 metros en su colegio.

Saltó a la fama a los 15 años, en el Mundial Junior de Atletismo de 2002, donde ganó una medalla de oro en los 200 metros y dos de plata en competencias de relevos.

El resto, es historia conocida: cosechó nueve medallas doradas entre Beijing 2008, Londres 2012 y Río 2016, al ganar los 100 metros, los 200 metros y el relevo de 4×100 metros.

Además, ganó 11 campeonatos mundiales y es dueño de las plusmarcas históricas. En el Mundial de Berlín 2009, corrió los 100 metros en 9,58 segundos y los 200 metros 19,19 segundos.

Shaunae Miller, Bahamas

Para derrotar a la estadounidense Allyson Felix, la primera mujer en ganar cinco oros olímpicos en atletismo, se necesita mucho valor y recurrir a medidas extremas. Eso fue lo que hizo Shaunae Miller, abanderada de Bahamas, quien se arrojó de cabeza en la línea de meta para quedarse con la medalla de oro en los 400 metros femeninos.

Miller, de tan sólo 22 años, se convirtió en la primera de su país en ganar los 400 metros cuando se impuso en el Mundial juvenil de Atletismo 2011, disputado en Francia. Eso la llevó a competir para la Universidad de Georgia, en los Estados Unidos.

Tras concertar su primera experiencia en Londres 2012, le tocó se protagonista en Río 2016, donde ganó el sexto oro olímpico en la historia de su país.

Thiago Braz, Brasil

Cuando apenas tenía tres años de vida, el pequeño Braz fue abandonado por su madre y dejado al cuidado de sus abuelos, quienes jamás interfieron en su sueño de convertirse en deportista.

Luego de probar suerte en el básquet, su tío Fabiano, ex atleta, se encargó de guiarlo en el duro camino del atletismo, y fue así como conoció la garrocha. 

La pértiga de más de 4 metros fue el arma que utilizó Braz para conquistar el mundo a su manera; su fe en Dios, el impulso que necesitó para lograrlo; y sus abuelos y su entrenador, el ucraniano Vitaly Petrov, los sostenes que le permitieron al joven de 22 años saltar 6,03 metros (10 centímetros más que su propio récord) durante la final de salto con garrocha en los Juegos Olímpicos y colgarse así la medalla dorada.

 

Mónica Puig, Puerto Rico

Puerto Rico recordará los Juegos de Río de Janeiro por haber sido los primeros en los que ha conseguido una medalla dorada. Semejante logro fue posible gracias a la tenista Mónica Puig.

Con sólo 22 años, la mujer que buscará replicar este logro en el circuito ATP dio el batacazo al vencer a la alemana Angelique Kerber en la final y lograr así el oro.

Puig, cuyo sostén en la vida es su familia, había vaticinado un lugar en el podio antes del inicio de la competencia, pero difícilmente haya imaginado lo que esto significó: se convirtió en la segunda deportista con más seguidores en Facebook de los Juegos Olímpicos, logró que una canción lleve su nombre y el próximo martes será recibida como una heroína en Puerto Rico.

Caterine Ibargüen, Colombia

La carencia fue protagonista durante la infancia de Ibargüen, quien tuvo que soportar, junto a su hermano mayor, que su padre, harto de la violencia en Colombia, se fuera a vivir a Venezuela y que su madre debiera limpiar casas ajenas para poder comprar comida.

Ante estas dificultades, la colombiana encontró en el deporte un espacio en donde escapar a la dura realidad. Tras probar suerte en el voley, la joven Caterine descubrió el atletismo y puntualmente en salto en alto, disciplina con la que consiguió su primera medalla en el Campeonato Suramericano de 1999.

Pero en 2009, su entrenador, Ubaldo Duany, la incentivó para incursionar en el salto triple. Su plan fue prefecto y en los Juegos de Río, acompañada de su característica sonrisa, Caterine Ibargüen logró la medalla de oro al saltar 15,17 metros.

Robson Conceicao, Brasil

Tal vez fueron aquellas difíciles mañanas en las esquinas de El Salvador, cuando su objetivo era vender la mayor cantidad de limones posibles para ayudar a su abuela, las que le enseñaron a Conceicao a ser paciente y a trabajar duro. 

Tras las caídas tempranas en Beijing 2008 y en Londres 2012, el boxeador podría haberse dado por vencido. Sin embargo, la insistencia y la lucha por querer demostrar que el campeonato nacional conseguido a los 17 años no había sido una casualidad dieron sus frutos en Río 2016.

Conceicao, de 27 años, venció por puntos al francés Sofiane Oumiha y ganó el oro, con el que ahora podrá mostrarle a su hija de dos años que el esfuerzo tiene recompensa.

Mijaín López Núñez, Cuba

Una persona de 120 kilos y 1,98 metros de altura puede imponer miedo y respeto con cada paso. Sin embargo, el cubano aprendió a disfrutar de cada momento con alegría y simpatía, estrategia que provocó que el público se inclinara a su favor.

En Río 2016, Mijaín López Núñez logró su tercera medalla de oro en Juegos, luego de las conquistadas en Londres 2012 y en Beijing 2008. Pero sus bailes luego de cada victoria lo catapultaron como el preferido de los espectadores.

"Dije que iba a bailar zamba y me animé", señaló el campeón de lucha grecorromana, que a sus 33 años quiere seguir haciendo historia y comienza su preparación para Tokio 2020.

 

Paula Pareto, Argentina

 

La judoca es el ejemplo de que el estudio y el deporte pueden convivir en la vida de una persona, sin importar el tiempo y el esfuerzo que esto implique. "La Peque", como la conocen en su país por su baja estatura (1,5 metros), viajaba más casi 100 kilómetros por día hasta la facultad para poder recibirse de médica.

 

Sin embargo, estos viajes no se interpusieron en su entrenamiento y en 2008 sus esfuerzos se convirtieron en medalla de bronce en los Juegos de Beijing. En 2015 alcanzó el título mundial en su categoría y ese torneo le dio fuerzas para afrontar la cita olímpica de Río de Janeiro.

 

A pesar de que los especialistas no la señalaban como la candidata, la judoca de 30 años se impuso ante la surcoreana Jeong Bo-Kyeong en la final y consiguió así la presea dorada y un lugar en la historia del deporte olímpico.

 

Rafaela Silva, Brasil

 

"El mono salió de la jaula en Londres y fue campeón en Río de Janeiro", sentenció la judoca al ganar la medalla dorada.

 

Silva había sido discriminada por su color de piel tras haber sido descalificada en los Juegos de Londres y logró en cuatro años transformar ese odio recibido en fuerza a su favor para subirse a lo más alto del podio.

 

"Esta medalla es para todos los que dijeron que tenía que estar en una jaula", exclamó la actual campeona olímpica de la categoría de 57 kilos, tras ganar el título.

 

Óscar Figueroa Mosquera, Colombia

 

Cuando tenía sólo 9 años, el pequeño Mosquera debió huir junto a su madre y sus tres hermanos de su tierra natal, Zaragoza, Antioquia, por el peligro que significaban las FARC. En su nuevo hogar, una humilde casa en Cartago cuyo alquiler pagaba su madre con el dinero que ganaba limpiando viviendas, advirtió que era el alumno que más peso podía levantar.

 

Así comenzó a entrenarse, y sus actuaciones en campeonatos mundiales le dieron un nuevo ingreso a su familia. Sin embargo, una lesión en la espalda en 2004 casi lo deja cuadrapléjico, y tuvo la opción de darse por vencido.

 

Si hubiera bajado los brazos, Figueroa Mosquera se habría convertido en soldado y nunca habría conocido el placer de conquistar el mundo de la heterofilia en los Juegos de Río de Janeiro, como finalmente hizo al levantar 142 kilogramos en arranque y 176 en envión.

 

Ismael Borrero Molina, Cuba

 

La lucha grecorromana es uno de los deportes olímpicos más desgastantes que existen, pero Borrero Molina supo aprovechar todos sus conocimientos para colgarse la medalla de oro.

 

A los 12 años, ya levantaba pesas en la isla, pero años más tarde conoció el deporte que lo llevó a la gloria. Sus buenas actuaciones como luchador le permitieron ser seleccionado para estudiar y entrenar en la ESPA Nacional (Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético).

 

Aquellas prácticas dieron resultado y tras la medalla de oro en los Panamericanos de Panamá en 2013, Borrero Molina, de 24 años, se coronó campeón olímpico en Brasil en la categoría de 59 kilos.

 

Santiago Lange y Cecilia Carranza Saroli, Argentina

 

Tras el divorcio de su esposa, Santiago Lange tuvo que recurrir a un conocido para conseguir un lugar en donde vivir, y aunque la lógica marca que una casa hubiera sido lo adecuado, el bote de su amigo fue el hogar perfecto en el que el argentino vivió cuatro años y donde aprendió a convivir con el agua.

 

Inició su participación olímpica en Seúl 88 en vela, pero el destino le negó la medalla dorada en esa ocasión y en los siguientes cuatro Juegos Olímpicos. En 2015, cuando comenzaba a prepararse para la competencia en Brasil, un cáncer le quitó uno de sus pulmones pero no su objetivo: la presea de oro.

 

Junto con su compañera de equipo, Cecilia Carranza Saroli, Lange se instaló en Río de Janeiro seis meses antes del inicio de la competencia y a los 54 años logró su cometido de colgarse la medalla dorada.

 

Elaine Thompson, Jamaica

 

Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro serán inolvidables para el joven de 24 años, llamada a ser la versión femenina de Usain Bolt. La velocista nacida en Manchester Parish consiguió sus primeras medallas olímpicas.

 

Su primer título grande había sido en el Mundial de Beijing 2015, donde colaboró con el equipo jamaiquino para terminar en el primer puesto del relevo 4×100 metros. Pero en Brasil puso su nombre entre los grandes del atletismo al ganar los 100 y los 200 metros, con tiempos de 10,71 segundos y 21,78 segundos respectivamente.

 

Mariana Pajón, Colombia

 

Para convertirse en la reina mundial del ciclismo BMX, la colombiana Mariana Pajón tuvo que transitar por una infancia signada por la violencia que se vivía en Medellín en los años 90. Y hacerse lugar en un deporte extremo, plagado de hombres.

 

Su camino inició al acompañar a su hermano Miguel a los entrenamientos de Bicicross. Sus padres no tenían con quien dejar a su pequeña niña de 4 años y la llevaban a las prácticas. "Nunca quisimos que la niña se raspara, se fracturara, se llenara de cicatrices porque uno quiere una niña linda, peinadita, con moñitos. Pero no tuvimos más remedio que comprarle una bicileta", contó su padre Carlos en un documental de ESPN. Cuando comenzó, no había mujeres, por lo que tenía que competir contra niños. Y les ganaba.

 

Cuando ella tenía 10 años, vio como su hermano tuvo un accidente tan duro en una competencia, que no pudo volver a montar bicicletas. Pero eso no la detuvo y se transformó en un ícono del deporte en Colombia.

 

La ganadora de la medalla de oro en Río 2016, que llegaba como campeona defensora por la presea dorada obtenida en Londres 2012, obstenta otros títulos como el oro en Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, la Copa del Mundo BMX Supercross de Holanda 2013 y en el Campeonato del Mundo 2016. Es la número 1 en el escalafón de la Unión Ciclista Internacional (UCI).

 

Alison Cerutti y Bruno Oscar Schmidt, Brasil

 

La noche en que esta dupla de voleibol de playa venció al dúo italiano integrado por Paolo Nicolai y Daniele Lupo, con parciales de 21-19 y 21-17, la épica la puso el público, la lluvia y, sobre todo, la remontada en el marcador. Todo fue perfecto para la pareja brasileña que terminó ovacionada.

 

Alison Cerutti, de 30 años, había logrado la medalla de plata en Londres 2012, pero en aquel entonces competía junto a Emanuel Rego, quien disputó todos los Juegos Olímpicos desde 1996.

 

Schmidt y Cerutti empezaron a competir juntos y se consagraron campeones del mundo en el 2015, en Holanda. Este año, en los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica, lograron la segunda medalla de volebol de playa de su país tras la conseguida en Atenas 2004.

 

Selección argentina de hockey masculino

 

El triunfo argentino en hockey masculino significa la coronación de un proyecto que comenzó hace varios años, impulsado por el éxito de la selección femenina de hockey en los 2000. Varias generaciones quedaron en el camino hasta dar con la plantilla que se asentó y llevó a la disciplina a lo más alto del podio.

 

De los 18 convocados para este torneo en Brasil, 13 habían sido parte del equipo que finalizó en la décima posición en Londres 2012 de la mano de Pablo Lombi, la figura masculina en la era en que el hockey femenino se adueñaba de los triunfos.

 

El desembarco del entrenador Carlos "Chapa" Retegui a comienzos del 2014 fue la clave para lograr el salto de calidad. El tercer puesto en el Mundial en La Haya (Holanda) de ese año fue el punto de partida hacía la medalla de oro en Río. "En La Haya habíamos soñado con salir campeones olímpicos. Me acuerdo que pusimos la bandera en el suelo y nos prometimos terminar de esta manera", confesó el entrenador.

 

Omar McLeod, Jamaica

 

Después de graduarse en Kingston College, y tras mostrar un gran potencial para convertirse en un atleta olímpico laureado, Omar McLeod continuó su preparación en Estados Unidos.

 

A los 19 años desembarcó en la Universidad de Arkansas para competir en los campeonatos de la National Collegiate Athletic Association (NCAA). Tuvo dos años muy fructíferos en las competencias y se convirtió en atleta profesional.

 

McLeod cronometró 13,05 segundos en los 110 metros con vallas en Río de Janeiro para ganar su primera medalla de oro en los Juegos Olímpicos. Cumplió con el mandato jamaiquino de dominar en las pruebas de atletismo.

 

Julio César La Cruz, Cuba

 

El cubano Julio Cesar La Cruz, de 27 años, esquivó un golpe de la muerte hace dos años. En enero de 2014, estuvo hospitalizado gravemente por recibir un disparo en la cadera izquierda durante un asalto en Camagüey, su pueblo natal, ubicado 540 kilómetros al este de La Habana.

 

"La Sombra", apodo que se ganó por sus extraordinarios reflejos y grandes movimientos de cintura, ya era un peleador laureado en ese entonces. Había ganado varios campeonatos amateurs en los pesos pesados a nivel mundial.

 

Su consagración en los Panamericanos de Toronto 2015 lo colocaban como uno de los favoritos en la categoría de los 81 kilográmos en estos Juegos Olímpicos. Y cumplió, lo que lo convirtió en el primer cubano en triunfar en esta división del pugilismo, la única de las 12 categorías que le faltaba a la isla en el boxeo olímpico.

 

En la batalla final, derrotó a Adilbek Niyazymbetov, de Kazajistán, por unanimidad en los tres asaltos. "Pude empezar mi vida otra vez y seguir con mi carrera. Siento que esta medalla es un pago por todos los sacrificios y el apoyo que recibí de todos", dijo tras su consagración en Río de Janeiro.

 

Martine Grael y Kahena Kunze, Brasil

 

La tradición familiar fue ineludible para Martine Grael, hija del mítico regatista brasileño Torben Grael, ganador de cinco medallas olímpicas. Desde pequeña se intereso por las competencias con embarcación a vela. Y encontró en Kahena Kunze una pareja perfecta.

 

La campeonas mundiales en 2014 le dieron la medalla de oro a Brasil de clase 49er FX, que debutó en las Juegos Olímpicos. El barco de las brasileñas era uno de los tres líderes antes del comienzo de la regata de medalla, junto con el de las españolas Tamara Dominguez y Berta Moro y el de las danesas Katja Salskov-Iversen y Jean Hansen.

 

Con una estrategia perfecta, se defendieron de los ataques de las neozelandesas Molly Meech y Alex Maloney y cruzaron la línea de meta primeras, solo dos segundos antes del barco de Oceanía.

 

Equipo de atletismo de Jamaica

 

Con Usain Bolt como máxima figura, el equipo de atletismo de Jamaica volvió a ganar la medalla de oro en los relevos 4×100 metros de los Juegos Olímpicos. En esta ocasión compartió pista con Asafa Powell, Yohan Blake y Nickel Ashmeade.

 

El resultado final fue de 37.27 segundos, número que no alcanzó para quebrar el récord absoluto que es de los jamaiquinos desde Londres 2012 (36.84).

 

Fuente: infobae