El túnel fue recorrido por personal de la Superintendencia de Bomberos de la Policía Federal y llegaría a una dependencia de la línea D de Subterráneos que estaría a diez metros abajo del nivel de la bóveda violentada.
Los delincuentes habrían tardado al menos seis meses en construir el pasadizo, que cuenta con un sofisticado sistema de ventilación, iluminación y está alfombrado en los pisos y laterales, según indicaron fuentes policiales. Una de las posibilidades con la que se especula es que los delincuentes, que habrían contado con conocimientos de ingeniería para lograr la construcción, se hayan camuflado como operarios de Metrovías para terminar el túnel y el boquete.