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Hasta siempre: Muhammad Ali tuvo una emotiva despedida en su ciudad natal

La leyenda del boxeo fue sepultado en Cave Hill donde estuvieron cerca de 300 personalidades para despedirlo. Miles de personas salieron a las calles para darle el último adiós.  

Muhammad Ali fue sepultado este viernes en el cementerio Cave Hill de su ciudad natal, Louisville, Kentucky, mientras miles de personas saludaron el paso del cortejo fúnebre del más grande boxeador de todos los tiempos.

La esposa y nueve hijos de Ali y unas 300 personalidades de la política y el espectáculo se hicieron presentes en la última morada de Ali.

El ex presidente estadounidense Bill Clinton -encargdo de la oración fúnebre-, el actor Will Smith, quien encarnó el papel protagónico en la película "Ali", el comediante Billy Crystal, los ex campeones pesados Mike Tyson y Lennox Lewis.

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También se hicieron presentes Martin Luther King III, hijo de Martin Luther King; los promotores Don King y Bob Arum, David Beckham, ex futbolista inglés, el actor y ex gobernador de California, Arnold Schwarzenegger; el director de cine Spike Lee y el ex presidente de Afganistan, Hamid Karzai, entre otros, según consigna la agencia ANSA.

"Alí­, Alí­, Alí­", coreaba una interminable cadena humana que colmó las veredas y calles de Louisville, para acompañar al gran campeón en el último viaje hasta su morada póstuma en el histórico cementerio de Cave Hill.

Todos los que decidieron darle el último adiós al hombre que hoy ya es leyenda entonaron su nombre, muchos de ellos sin poder contener el llanto al paso de un cortejo fúnebre tapizado con pétalos de rosa.

Fuera de Louisville habí­a un paí­s entero que por un momento se detuvo para rendirle homenaje al mito.

Millones de estadounidenses permanecieron pegados a sus televisores para seguir al menos parte de la ceremonia que se desarrolló en el KFC! Yum Center de Louisville, donde se reunieron al menos 20.000 personas.

Fuera del estadio, otras miles de personas, muchas de ellas congregadas frente a la casa natal de Alí­, que quedó sumergida de flores y guirnaldas para recordar no sólo al campeón en el deporte, sino también al campeón en la lucha por los derechos civiles.

Y muchas personas más reunidas en el cementerio donde, en el curso de una ceremonia privada y sin cámaras de televisión, fue sepultado Alí­, envuelto en un velo con los sí­mbolos del Islam.

La única nota discordante de la jornada fue el caso que involucró a Recep Tayyip Erdogan, el primer ministro turco que, como el rey de Jordania, Abdulá II, estaba entre los invitados pero debió dejar Estados Unidos raudamente sin poder participar de la ceremonia religiosa.

Muchas son las versiones que circulan en los medios, entre ellas que no le permitieron colocar un trozo de tela de la "Kaaba", la antigua construcción en el centro de la Meca, el lugar más sagrado del Islam.

Otros, en cambio, hablan de un Erdogan enfurecido porque le habrí­an negado el permiso de leer un tramo del Corán durante la ceremonia interreligiosa y hasta de un forcejeo entre su guardaespaldas y agentes del servicio secreto estadounidense.

Por expreso deseo de Alí­ la ceremonia era abierta al público y gratuita, pese a lo cual algunos que nunca faltan y obtuvieron su boleto para ingresar decidieron hacerse su agosto poniéndolo en venta.

Dos hechos, el primero con ribetes de escándalo diplomático, que opacaron una jornada que debió ser sólo de dolor y homenaje para un hombre que trascendió las fronteras del boxeo y terminó convertido en leyenda.