Sin embargo, a esta madre le sucedió algo terrible en el momento en que decidió decirle que sí a Christina Williamson. La chica se postuló para ser la niñera de su hijo. La joven tenía 28 años y parecía la adecuada. Le enviaba todos los días fotografías de su propio hijo y de cómo ella intentaba darle toda la atención que necesitaba, para causar una buena impresión. Claro que LaBlanc no tenía idea de esto.
Una vez contratada y cuando ya había pasado un tiempo con la familia LaBlanc, Desiree recibió una llamada a su trabajo. "Me dijeron que tenía que ir a buscar a mi hijo y que no hiciera ninguna pregunta", aclara Desiree en CrimeWatch.
Williamson había estado maltratando física y psicológicamente a los bebés de los que se encargaba, los pateaba, los tomaba del brazo y los tiraba lejos.
Todo esto gracias al esposo de la niñera, quien sospechaba de personas que le habían dicho que su mujer estaba haciendo estas acciones.
No dudó y puso cámaras en las casas a las que iba a trabajar. La verdad fue perturbadora.
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