Participará de actos masivos por el megaencuentro de jóvenes católicos, sobresaliendo el Vía Crucis del viernes, la vigilia del sábado y la misa de clausura del domingo. Además, oficiará una misa en el santuario de la Virgen Negra, en Czestochowa (el Luján polaco) en ocasión del 1050° aniversario del bautismo de Polonia. Se descuenta que en sus seis discursos y tres homilías se referirá a la creciente xenofobia que se observa en el país, con medidas gubernamentales y actitudes de sectores de la población contrarias a acoger a refugiados, una cuestión cara al sentir de Francisco.Como Juan Pablo II y Benedicto XVI, Francisco protagonizará el viernes un gesto fuerte: irá a lo que fue el emblemático campo de concentración de Auschwitz -y su lindante Birkenau-, hoy convertido en un museo que recuerda el horror del Holocausto en su máxima expresión: allí fueron exterminados por los nazis al menos un millón y medio de hombres, mujeres y niños, en su mayoría judíos. Pero, a diferencia de sus antecesores, Francisco no pronunciará allì un discurso, sino que rezará en silencio. Además, se encontrará con algunos sobrevivientes de la Shoá y algunos "justos entre las naciones", o sea, personas que arriesgaron su vida por salvar judíos.