"Quisimos encarar reformas despojadas de cualquier tipo de intencionalidad política o ideológica. La idea es que el salón sea una sala de exposición y de homenaje", agregó De Andreis, aunque el lugar dado al busto de Kirchner (en el extremo oriental de la planta baja, visible sólo desde la entrada con rampa para discapacitados) remite a otra decisión más amplia: la de quitar la imagen del ex presidente de todos los pasillos y despachos de la Casa Rosada."Tenemos derecho a hacerlo. Lo hicieron los Kirchner con las imágenes de (Carlos) Menem y (Cecilia) Bolocco", contestaron desde la jefatura de gabinete cuando comenzaron a pensar los cambios en el estratégico salón. Al fundador del justicialismo, Juan Perón, le tocó un destino tal vez más alejado: a su busto se la ubicó junto a José María Guido (presidente interino en 1962, luego del golpe contra Arturo Frondizi) y en la salida al Patio de las Palmeras.Cristina presentó el busto de Néstor KirchnerAdemás de reubicar los 28 bustos, De Andreis tomó otras decisiones: agregar a Miguel Juárez Celman, cuyo busto estaba prácticamente olvidado y en reparación en un depósito, y quitar a tres ex presidentes de facto: José F. Uriburu, Pedro Ramírez y Edelmiro Farrell, los dos últimos cercanos al nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. En el macrismo señalan estos cambios como muestras de "espíritu democrático" y se preguntaron, con ironía: "¿Por qué el kirchnerismo no los quitó del Salón de los Bustos?"Luego de recordar que aún faltan los bustos de los presidentes peronistas María Estela Martínez de Perón, Carlos Menem y Eduardo Duhalde (figuras incómodas, por distintas razones, para el gobierno anterior), en la Casa Rosada sostienen que el cambio es a todas luces positivo. "Tiene más que ver con el futuro, con mirar hacia adelante, y menos con el pasado reciente", afirmaron desde uno de los despachos principales de la Casa de Gobierno.Alicia Kirchner solicitó deudaLa gobernadora Alicia Kirchner envió a la Legislatura provincial un pedido de autorización para tomar empréstitos por 10.000 millones de pesos, con el fin de "paliar el déficit acumulado", financiar tanto gastos de infraestructura como corrientes y garantizar el funcionamiento del Estado. Por ahora, el FPV no cuenta con los dos tercios de los 24 legisladores que requiere la ley.En el proyecto, el kirchnerismo culpa al gobierno anterior de Daniel Peralta por la falta de balances desde 2008. También atribuye a los municipios una deuda de 8000 millones de pesos; y revela que la provincia aún debe $ 151 millones por la construcción del aeropuerto de El Calafate.