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Esta noticia le cambiará la vida

El conductor más famoso de la televisión argentina no lo puede creer.

En este país hay gente que lo critica a Messi. Pasó lo mismo con otros monstruos de nuestra cultura. Desde Piazzolla hasta Borges. Es así, a los más grandes siempre se les exige un poquito más. Un plus. Con Marcelo Tinelli (56) pasa algo parecido. No existe una figura más grande que él en la historia de la tele. Suena fuerte, pero al muchacho de Bolívar se lo puede ubicar bien arriba de un podio que completarían Mirtha Legrand, Pipo Mancera, Susana Giménez, Tato Bores, Gerardo Sofovich, Pinky y algún otro prócer. Pero Marcelo es y será el número uno. Aunque, al igual que Messi, haya temporadas en que no la meta tan seguido. Fechas en las que el trofeo se lo termine llevando el rival. Noches en las que ser segundo se lo considerará un fracaso. No es el mejor año de Marcelo.
No es medida de nada, pero es la medida de todo. El rating de Ibope, cuestionado y relativamente fiable, es el único sistema que mide aciertos y errores en la tele actual. Y eso lo hace palabra santa. Ese terreno es el que mejor conoce MHT, el que más alegrías le dio durante más de veinte años, y el que le viene trayendo disgustos este año desde el estreno de ShowMatch -el lunes 30 de mayo- para acá. Y eso que Marcelo y su equipo la reman y reman... pero no hay caso. Tanto Educando a Nina -producido por su archienemigo Sebastián Ortega- como Moisés y los 10 mandamientos, en Telefe, lo tienen de hijo. Son un par de puntos, como mucho. Pero para el que está acostumbrado a ganar siempre no existe la derrota digna. Para colmo de males, a la grilla del canal de las pelotitas se sumó Loco por vos, que en su debut ya pisó fuerte y promete aumentar el dominio de la emisora sobre El Trece en el horario prime time. No queda otra que pelearla. Volver con el recurso de las cámaras ocultas es un ejemplo de ello.
Según Paparazzi, meter en el freezer al Gran Cuñado también es una muestra de que ShowMatch viene muñequeando para dar vuelta la taba en materia de rating. En sintonía con el tono grisáceo del año, la sátira del reality de políticos tuvo su momento más destacado por una imitación que no cayó bien en la Casa Rosada. La foto de Marcelo y el presidente Mauricio Macri sirvió para dar por terminado el mal trago.
Todo ello con el fantasma del fracaso de Marcelo en llegar a la presidencia de la AFA, sueño postergado y que nadie sabe cuándo, cómo ni de qué manera podría llegar a cumplirse. Borrón y cuenta nueva. Eso sí, en casa marcha todo ok, y eso es lo más importante.
Y el gran éxito de Marcelo se resume en cinco palabras: Micaela, Candelaria, Francisco, Juanita y Lorenzo. Sus hijos son todo. Y el hogar que formó junto con Guillermina Valdés, su compañera. El resto son detalles. Al año le quedan poco más que tres meses y la cosa parece irremontable, pero a los número uno nunca -pero nunca- hay que darlos por vencidos.

Fuente: QuéPasaSalta

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