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Venganza y adrenalina en "8 tiros", nuevo film nacional

La ópera prima del director Bruno Hernández se mete en el submundo del tráfico de drogas y la trata de personas, en el cual dos hermanos se mueven a matar o morir.

Autos, armas, persecuciones, explosiones y un antihéroe que busca de venganza. No suena para la trama de una película nacional, pero “8 tiros”, que el jueves se estrenó en Rosario, logra combinar todos estos elementos en un potente thriller de acción made in Argentina. La película está protagonizada por una dupla de peso — Daniel Aráoz y Luis Ziembrowski— y en el elenco figuran Leticia Brédice, María Nela Sinisterra, Roly Serrano y Alejandro Fiore. La ópera prima del director Bruno Hernández se mete en el submundo del tráfico de drogas y la trata de personas, en el cual dos hermanos se mueven a matar o morir.

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“El proyecto surgió en el 2013, cuando estábamos haciendo temporada en Carlos Paz con María Nela Sinisterra y (el productor) Mauricio Brunetti”, contó Daniel Aráoz en charla con Escenario. “Yo hice un primer boceto del guión, y después se incorporaron (los guionistas) Andrés Gelós, Luis Langlemey, Marcos Carnevale y Bruno Hernández, el director. Se trabajó mucho en el libro. Queríamos hacer una película de acción que te tuviera atornillado a la butaca durante 90 minutos”, explicó. “8 tiros” recorrió varios festivales, y después la terminó comprando Sony, por eso llega ahora a las salas comerciales. “Los tiempos del cine son lentos. El cine lleva mucho tiempo, sacrificio y trabajo”, reconoció el protagonista.

 La historia gira en torno a Juan (Aráoz) y Vicente (Ziembrowski), dos hermanos que desde muy jóvenes se mueven en el mundo del hampa: tráfico de drogas, de armas y de mujeres. Cuando Juan decide distanciarse del mundo delictivo, su hermano lo manda a matar y es dado por muerto. Sin embargo, siete años después, cuando muere la madre de los personajes, Juan retorna en busca de venganza.

Autos y motos. “Sabíamos que estábamos involucrados en una película difícil”, dijo Aráoz, en referencia a la escasa tradición del cine argentino en el género de acción. “Pero fuimos juntando distintos elementos: Mauricio (Brunetti) tiene gran pasión por los autos, por eso se ven muchos autos y motos en la película, y yo tomé el riesgo de manejarlos en la mayoría de las escenas. Los efectos especiales son muy buenos, son muy crudos y logrados. En la parte dramática también incorporamos una historia de amor que transcurre entre los dos hermanos. Y además reflejamos la historia de estos hermanos cuando eran chicos, porque en la infancia sufren un trauma muy fuerte, muy doloroso, que los atraviesa durante toda la película”, relató.

 Sobre las influencias, el actor citó dos muy puntuales: “El funeral”, de Abel Ferrara, y “El samurai”, de Jean-Pierre Melville, protagonizada por Alain Delon. “Bueno, yo no soy Delon, pero tengo mi facha”, comentó entre risas. “Yo comencé viendo cine de acción con mi viejo, películas como «Un dólar marcado», de la época de los westerns. Esta película podría ser como un western para Sam Shepard”, opinó. “«8 tiros» es un thriller psicológico con elementos de acción y policial negro”, puntualizó.

 Aráoz remarcó que la película “está más cerca del cine industrial que del cine profundamente de autor, y demuestra que se puede hacer cine de acción de calidad en la Argentina. El equipo de trabajo es tremendo, es una película con una gran producción. No estamos en la escala del cine americano o europeo, pero los efectos especiales están en un nivel muy alto”, aseguró. También destacó el trabajo del elenco, en especial de Luis Ziembrowski. “Acá somos los dos protagonistas, estamos a full en la película”, afirmó.

 Desde fines de los 80, Daniel Aráoz es conocido como comediante, y participó en ciclos muy exitosos como “La noticia rebelde” y “El mundo de Antonio Gasalla”. Sin embargo, su trabajo se fue diversificando a través de los años, y su consagración en el cine llegó con “El hombre de al lado” (2009), la elogiada película de Mariano Cohn y Gastón Duprat por la cual ganó un Cóndor de Plata y un Premio Sur como mejor actor. “Yo siento humildemente que dentro de la comicidad he tenido grandes conquistas”, dijo el actor. “La comicidad es un oficio que amo. Lograr que la gente se ría es algo maravilloso, liberador y sanador. Pero después abrí mi registro actoral, como también lo hizo Guillermito Francella, que es un actor enorme. Para consolidarte tenés que buscar dramas y películas potentes. Los actores sufrimos mucho el encasillamiento. El gran desafío del actor es desmarcarse de eso, crear un registro propio donde pueda transitar el drama, la tragedia y el humor”, se explayó.

 Actualmente Aráoz está trabajando junto a Antonio Gasalla en la obra “Más respeto que soy tu madre”, y asegura que planea escribir un guión ligado a la comicidad y también tiene ganas de dirigir. Este año además volverá a la televisión con la miniserie “La última hora”, escrita y dirigida por Gastón Portal, que se verá por la TV Pública.