¿Vivo pero muerto? Las personas que padecen esta extraña y poco usual enfermedad, están convencidos de que han muerto y se ven a sí mismos como muertos vivientes o zombies. La introspección de su enfermedad es tan profunda que afirman sentir que no tienen sangre, ni cerebro, ni órganos y que perciben incluso el olor de su carne pudriéndose.