1. Insomnio. La oxitocina, una hormona importante para tener un sueño placentero, es segregada durante el sexo (entre otras circunstancias). ¿No podés dormir bien? Señal de que estás estresada, de que necesitás relajarte. ¡Después del orgasmo dormimos mejor!
2. Mal humor y estrés. Tanto hombres como mujeres pueden sufrir cambios de humor bruscos, peleas, discusiones que se orginan de la nada, porque nuestro cuerpo está alterado y a la defensiva cuando no recibe estímulos sensoriales.
3. Falta de brillo en la piel y en el cabello. El psicólogo Barry Komisaruk investiga el tema desde hace 30 años y afirma que durante el orgasmo hay un impresionante incremento del flujo de sangre y de oxígeno en el cerebro, ambos nutrientes muy beneficiosos para estas partes vitales de nuestro cuerpo.
4. Malestar físico. La falta de sexo disminuye la producción de serotonina y endorfinas, que funcionan como analgésicos naturales ante los dolores y malestares.
Fuente: entremujeres
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