La dirigencia de Boca especula con la aceptación de una rebaja en la cifra debido a las expectativas del jugador, que el pasado lunes fue desechado por Ramón Díaz en San Lorenzo. La otra pata de esa operación, el préstamo de Matías Giménez a la entidad de Boedo, parece ya resuelto después de versiones sobre la negativa del misionero.
Tras conversarlo con su representante, Mauro Bianchi, y con su amigo Juan Román Riquelme, el ex Tigre aprobó su préstamo en trueque por Rivero. Además, esa negociación lo beneficiaría con una suba salarial de alrededor de 120 mil dólares anuales respecto de lo que ganaba en Boca.
El resto de los jugadores pretendidos por Falcioni todavía permanecen lejos de perfilarse como refuerzos de Boca. Por Pablo Guiñazú (31) no hay acuerdo con Internacional de Porto Alegre ante la negativa de incluir a Cristian "Pochi" Chávez en la operación. Sobre Walter Erviti (30), deseo máximo del director técnico, tampoco hubo acercamientos con Banfield, que parece decidido a retener a su ídolo.
Y la eventual llegada del delantero Darío Cvitanich, quien regresó al Ajax de Holanda, aparece demasiado complicada por razones económicas y los intereses que Estudiantes de La Plata y Racing Club también tienen por contratarlo. Con ese panorama, Boca se instalará mañana por la tarde en La Posada de los Pájaros hasta el sábado 22, día en el que asumirá el primer superclásico de la temporada de verano, en Mar del Plata.
El primer amistoso lo jugará el sábado próximo ante Independiente, también en el estadio mundialista "José María Minella".