Al comienzo se creyó que la mujer había fallecido por razones naturales, ya que la vivienda no estaba desordenada, el televisor se encontraba encendido, su teléfono celular a la vista y prendido y sobre una mesa, un monedero con 120 pesos. A primera vista, la mujer fallecida no presentaba lesiones en el cuerpo. En apariencia, sin nada que sospechar.Pero en el velatorio, los familiares de Castro advirtieron que había una extraña lesión en la región torácica del cadáver. Por ese motivo se resolvió avisar a efectivos de la Jefatura Distrital de Pilar.Poco después, la policía inició la investigación a la vez que alertaron de lo ocurrido a los funcionarios judiciales, quienes dispusieron que el cadáver fuera sometido a una serie de pericias, entre ellas, la correspondiente autopsia que se llevó a cabo a media mañana del jueves pasado. (Minuto uno).