Entre noviembre 2014 y abril de este año el Sentinel-1A investigó 2,5 millones de puntos de medición que sirvieron para elaborar un mapa en el que identificar dónde el terreno es estable, qué zonas se elevan y cuáles se están hundiendo. La mayoría de estas mediciones se hicieron alrededor de edificios y construcciones como diques, según el portal PhysOrg.Al respecto, Ramón Hanssen, de la Universidad de Tecnología de Delft, en los Países Bajos, indicó que para una nación ubicada debajo del nivel del mar los cambios en la superficie de la tierra son una cuestión de importancia vital. "Los datos del satélite de la misión Sentinel-1 nos ayudan a monitorear y mantener los altos estándares de seguridad que la población holandesa espera".