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Cómo aliviar el dolor lumbar

El dolor en la parte baja de la espalda, que también se conoce como dolor lumbar o lumbalgia, es uno de los dolores más frecuentes: entre el 70 y el 80% de las personas lo experimenta al menos una vez en su vida. 

En Estados Unidos, es la causa más frecuente de consultas en urgencias luego de la gripe y el resfriado. El dolor de lúmbago puede ser desde leve o moderado hasta extremadamente agudo, incapacitando a la persona. Una particularidad es que su intensidad no se corresponde con la gravedad: simples distensiones musculares pueden causar un dolor fuerte y alarmante, mientras que otros padecimientos como la degeneración discal pueden provocar apenas una molestia. Por eso la consulta al médico es muy importante.

El dolor lumbar puede ser agudo, seco o punzante, y puede presentarse solo o acompañado de otros síntomas como hormigueo, espasmos musculares o irradiación a otras zonas. Es causado, la mayor parte de las veces, por una lesión repentina en los músculos y los ligamentos que sostienen la espalda. También por las malas posturas adoptadas, por ejemplo, al estar mucho tiempo sentados.

Si el dolor está acompañado por pérdida del control de esfínteres, debilidad, pérdida de peso o fiebre, puede deberse a causas más serias y la consulta al médico debe ser inmediata, al igual que si el dolor es incapacitante. 

De lo contrario, puede aguardarse algunos días, siguiendo los siguientes consejos. Al contrario de lo que se suele creer, el reposo no es lo más indicado para la lumbalgia. Luego de los dos primeros días, lo mejor es mantenerse activo.

*Evitar la actividad física en las primeras horas del dolor para disminuir la posibilidad de inflamación. Luego, mantenerse activo.

*Para aliviar la zona afectada, aplicar calor o frío con una compresa, según se prefiera. Es buena idea usar hielo las primeras 48 o 72 horas, para evitar la inflamación, y luego calor, que ayuda a relajar.

*Dormir en posición fetal.

*Si el dolor es muy fuerte, aplicar alguna crema que contenga árnica. Puedes aprender a preparar tu propio bálsamo.

*Luego del primer tiempo de reposo, hacer alguna actividad física de bajo impacto para tratar el origen del problema. Son ideales las actividades aeróbicas como caminar o nadar. No levantar peso, porque en muchos casos es lo que ha originado el problema.

*Los masajes, hechos por un especialista, también ayudan a disminuir el dolor.

*Cuando el dolor persiste se puede visitar a un acupunturista, osteópata u otro médico alternativo.