Por su parte, Ojeda —el empleado que, al igual que los alumnos del Próvolo, es hipoacúisico—, tenía en su poder un rollo fotográfico y tres negativos con material pornográfico que involucraría a menores.
Además, otros tres negativos fueron hallados en la habitación de Corradi.
Según publicó el diario mendocino El Sol, todos estos elementos fueron tomados en cuenta por la Unidad Fiscal de Maipú-Luján para oponerse a la liberación de los acusados.
Durante la audiencia, la querella que representa a la familias de las víctimas solicitó a la jueza de Garantías Alejandra Alonso que los detenidos permanezcan presos hasta llegar al juicio. La resolución de la magistrada todavía no se conoció.
Además de Corbacho, Ojeda y Corradi (quien fue beneficiado con prisión domiciliaria por su avanzada edad y su delicado estado de salud), están detenidos en la causa Jorge Bordón (50) y Armando Gómez (46), empleados del colegio.