"Lo llamé sobre el final cuando me echó, para decirle en la cara lo que pensaba, pero como no se acercó, después bajé al vestuario y le expresé a Vigliano que me había decepcionado porque arbitró para Boca y a mí no me gusta que me tomen por tonto, pero esta vez me sentí 'tontín'", le confió Caruso Lombardi a Télam apenas concluido el juego en Sarandí."Resulta que al uruguayo (Alexis) Rolín debió expulsarlo y en vez de eso lo amonestó a un compatriota, Santiago Silva, nuestro goleador (6 tantos), que así llegó a la quinta tarjeta amarilla y no podrá estar en la próximo fecha contra Racing", se continuó quejando el entrenador.