En declaraciones a Radio Provincia, Esteche dijo que "la situación es un poco más aliviada, ya que ha bajado el agua alrededor de unos 60 a 70 centímetros pero aún tenemos el río en 8,60 metros". El gobernador bonaerense Daniel Scioli indicó que todavía quedaban unas 2.000 personas evacuadas y unas 4.000 autoevacuadas y que el esfuerzo se concentraría en asistir a los pobladores al tiempo que decretó la emergencia hídrica en todo el territorio provincial. La parte más afectada continuaba siendo la zona norte provincial, donde se concentró el grueso de los evacuados en las localidades como Salto, Mercedes, Luján, San Antonio de Areco y Arrecifes.En la mayoría de los 39 municipios afectados el agua empezó a bajar como en la cuenca del río Areco, del Matanza y del Luján, aunque en el caso de estos dos últimos municipios la cantidad de evacuados se mantienen en 1.200 y 500 respectivamente. En la ciudad de Arrecifes, unas 350 personas continuaban evacuadas, mientras se informó que el caudal del río bajaba lentamente y se estimaba que para la semana próxima los damnificados podrían regresar a sus hogares.Según indicaron fuentes municipales, en el partido de La Matanza, el más poblado del Conurbano, unas 1.200 personas continuaban evacuadas aunque "si persisten estas condiciones meteorológicas, podrían regresar a sus casas en los próximos días".En este aspecto, se precisó que los arroyos Morales y Dupuy se encuentran encausados y que el río Matanza, que recorre el distrito y desemboca en el Río de La Plata a través del Riachuelo, ya está por debajo del nivel de evacuación. En este marco, los ministerios de Desarrollo Social, Salud, Defensa, Seguridad y Planificación de la Nación desplegaron equipos para asistir a los pobladores que, en forma conjunta con los del Gobierno bonaerense, proveen de los elementos necesarios a los evacuados, como alimentos, colchones y frazadas, además de ayuda sanitaria.También numerosas organizaciones sociales, religiosas, culturales, deportivas y estudiantiles lanzaron campañas de donaciones para los inundados, que en el momento del pico de la crecida llegaron a 10 mil, con cerca de 20 mil damnificados. Mientras tanto, en Luján, una de las ciudades más castigadas, siete días después del desborde del río homónimo las 500 personas que tras más de una semana de evacuación, tendrán que esperar "tres o cuatro días más" para poder retornar a sus hogares debidoa a la "peor crecida en 20 años", según señaló el coordinador de Defensade la Comunidad, Javier Sosa, mientras permanece la angustia sobre qué los aguardará al regresar.El temido río continuaba su descenso después de haber alcanzado un pico de 5,43 metros, superando la inundación de octubre del año pasado.Fuente: Diario Uno