Los científicos estiman que la especie poseía un tamaño corporal de hasta 3 metros, muy similar al gusano Bobbit, una especie que habita el fondo del océano y ataca a peces, calamares y pequeños pulpos armado con unos dientes tan afilados y a una velocidad tan alta que es capaz de cortar a su presa en dos. Además, utiliza cerca de siete antenas distribuidas por su cuerpo, que actúan como sensores para detectar a sus víctimas.
Los resultados de las investigaciones han sido publicadas en la revista Scientific Reports. "Se trata del mayor fósil" de este tipo jamás encontrado y representa un "caso único de gigantismo de los poliquetos arcaicos", señalan los autores en su artículo de investigación.