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Ahora Venezuela se queda sin poder hablar por teléfono al exterior

Las empresas telefónicas no tienen dólares para pagar las llamadas. Hasta Cuba y Ecuador, aliadas del gobierno, se quedaron “sin línea”.

A los venezolanos les resulta cada vez más difícil hacer llamadas telefónicas al exterior ya que las empresas locales se están atrasando en los pagos a sus socios internacionales en medio de una escasez de divisas que hace que el país se aísle progresivamente del resto del mundo.

La principal telefónica privada de la nación, Movistar, suspendió las llamadas a casi todos los países en mayo y solo ofrece comunicaciones con 10 naciones. La otra compañía privada grande, Digitel, interrumpió los servicios a más de 100 naciones casi al mismo tiempo y posteriormente informó al Congreso que adeuda decenas de millones de dólares a proveedores extranjeros.

Sin aviso previo. Las interrupciones de servicios no han sido anunciadas formalmente y los venezolanos se enteran cuando intentan hacer una llamada al exterior y son derivados a un servicio automático que les informa de algún error. El comerciante Wilmer Ruiz descubrió la semana pasada que no podía llamar a su familia en Cuba, ni a un amigo que emigró a Ecuador. Estas dos naciones son firmes aliadas de la “revolución socialista” que se desarrolla en Venezuela desde hace 16 años. “Estamos cada vez más atrás del resto del mundo en todos los sentidos’’, se lamentó Ruiz.

Servicios de llamadas a través de internet, como Skype, son una ayuda parcial. Mucha gente no tiene acceso a servicios de WiFi y debe contratar planes telefónicos muy costosos. Y los servicios que permiten hacer llamadas gratis a celulares usando internet requieren una tarjeta de crédito extranjera, algo que la mayoría de los venezolanos no tiene. En el caso de Ruiz, su amigo del Ecuador no puede costear un plan con datos y su familia en Cuba no tiene acceso a internet.

El servicio telefónico de Venezuela ya era deficiente antes de la crisis. Aunque cuando se logra hacer una llamada las tarifas internacionales son muy baratas y una comunicación de cuatro horas a Hong Kong, por ejemplo, cuesta menos de 50 centavos de dólar al cambio del mercado negro.

Los teléfonos se agregan así a la lista de cosas que dejan de funcionar en medio de un férreo control de divisas que aísla a Venezuela del comercio mundial. Las aerolíneas internacionales han dejado de volar al país el último año porque Venezuela limita la remesa de ganancias. El año pasado el servicio estatal de correos suspendió por tiempo indefinido el envío de cartas al exterior. Y recientemente el gobierno dispuso que el público que viaja al exterior no puede comprar más de 300 dólares, lo que en la práctica impide irse de vacaciones afuera si una persona no puede comprar dólares en el mercado negro.

Las normas fijadas hace una década exigen a las empresas y personas conseguir permisos para comprar dólares. Y ahora que el propio gobierno se está quedando sin dólares como consecuencia del derrumbe económico, las autoridades se muestran más renuentes todavía a deshacerse de divisas. Digitel no recibe dólares desde 2014, según su presidente Oswaldo Cisneros. El proveedor estatal CANTV hizo algo inusual este año, al reconocer en su informe anual que la falta de dólares había limitado su crecimiento. CANTV, que según expertos procesa el 40% de las llamadas internacionales de Venezuela, no respondió cuando se le preguntó si estaba suspendiendo comunicaciones a ciertos destinos. El líder de la Federación de Trabajadores de las Telecomunicaciones, Evencio Chacón, quien representa a los empleados de la empresa, dijo que el servicio de llamadas al exterior estaba siendo recortado.

Diplomacia sin tono. Diplomáticos de las embajadas de Alemania, Rumania, Austria y Holanda dijeron tener problemas para llamar afuera. Todos hablaron a condición de no ser identificados para no afectar las relaciones con el gobierno venezolano. Movistar mantiene servicios hacia los diez destinos con más llamadas: Aruba, España, Italia, Estados Unidos y seis países latinoamericanos, según Adriana Di Genova, portavoz de Telefónica. Las suspensiones son en respuesta a un clima comercial que ya hizo que la firma, cuya casa central se encuentra en Madrid, redujese el valor de sus inversiones en Venezuela unos 3.000 millones de dólares. No sorprendería si las empresas telefónicas terminan cobrando en dólares a sus clientes. Este mes, representantes de Movistar ofrecieron a la embajada de India restablecer el servicio internacional si firmaba un contrato en la divisa, de acuerdo con un diplomático que insistió en no ser identificado.